Dado que Vanuatu no ha aplicado plenamente el ITEAS o los tratados de doble imposición con nadie (excepto Australia), es una jurisdicción perfecta para mantener los fondos, siempre que se tenga la debida diligencia y claridad en las fuentes de ingreso adecuadas, ya que Vanuatu es muy cuidadoso en la protección de su sector bancario del mal uso de los fondos. Sin embargo, por esa misma razón, no es una buena jurisdicción para utilizarla para el comercio, ya que la mayoría de los bancos de Vanuatu se están alejando de la "banca offshore" hacia la gestión del patrimonio.
Los bancos en este territorio buscan y, de hecho, requieren una relación personal y una razón personal para invertir, como, tal vez, la inversión inmobiliaria o los fondos familiares. El tiempo que se toma para establecer una relación personal con su banquero paga dividendos, ya que los bancos de Vanuatu nunca han congelado activos, nunca han experimentado colapsos ni han tenido problemas de liquidez.
De hecho, no hemos oído hablar de ningún
caso en el que los titulares de depósitos hayan tenido problemas, excepto,
quizás, por la lentitud del servicio al cliente.
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