La Psicología del Dinero: Capítulo 1
No estaba seguro si hacer de este el primero o el último capítulo de esta serie. En realidad, debería ser leído primero y luego otra vez después de haber leído los otros artículos. La razón es que nuestros pensamientos y creencias forman nuestra realidad. No me refiero a un concepto New Age de transformación (aunque esto también es verdad) sino a un hecho “científico” fácilmente comprobable.
Si le pide a alguien que piense en un carro, por ejemplo, una Ferrari, comenzará a ver Ferraris en todas partes. De repente, cada pocos minutos verá una Ferrari, aunque antes ni siquiera las notaba. Se preguntará por qué de repente hay tantos Ferraris en las calles. Ahora analicemos el aspecto emocional.
Supongamos que un niño quiere tomar helado. ¿Ha notado cómo se ponen los niños cuando realmente quieren algo? Toda su energía y atención se enfoca en ese objeto. Este niño comenzará a ver tiendas de helados en todas partes, pero no tiene dinero. ¿Esto lo detiene? Por supuesto que no: hará todo lo posible para obtener lo que quiere, desde prometer que va a hacer la tarea, hasta llorar y gritar e incluso pedir dinero a extraños.
No importa si usted es un materialista acérrimo que cree que el cerebro es una computadora programable o un físico cuántico místico que cree que el cerebro puede manifestar lo que desea. La teoría no importa realmente porque, el hecho es que el cerebro/mente es capaz de crear u obtener cualquier cosa que verdaderamente quiera o, por otra parte, obtener exactamente lo que no quiere o teme. En otras palabras, la verdad es que la mente obtiene aquello en lo que más se concentra.
Entonces, imaginemos dos personas que viven junto al mar. Uno de ellos ama el pescado. Todos los días piensa en cómo pescar, le encanta esta actividad, le encanta la forma y el aroma del pescado y está constantemente aprendiendo sobre sus hábitos. La otra persona odia el olor del pescado, detesta el mar al punto de temerle porque no sabe nadar, no sabe de peces y no quiere aprender. Si hubiera una hambruna y ambos tiene que alimentar a su familia pescando, no hace falta ser un genio para saber quién de los dos podrá poner un plato en la mesa todos los días.
Por lo tanto, lo primero que debemos entender acerca del dinero es que hay que tener la actitud correcta desde el principio. Por este motivo la mayoría de la población mundial es pobre. Si usted examina la psicología de los pobres encontrará que los une una actitud negativa hacia el dinero.
Para ellos el dinero es “vil”, el dinero no compra felicidad ni amor, y las personas ricas son malas. Otros patrones de pensamiento comunes a los pobres son “no podemos pagar esto”, “tenemos que trabajar duro para obtener dinero” y para ganarse la vida hay que “trabajar honestamente” (en otras palabras, en un trabajo pesado y mal pagado). Otras variantes de esta actitud es que “el dinero es una porquería”, “el dinero está para gastarse, no para ahorrarse”.
Estas creencias se pasan de padres a hijos en un ciclo intergeneracional interminable que rara vez es roto. La gente pobre cría hijos pobres. Por eso, alrededor del 90% de las personas que ganan fortunas inmensas en la lotería terminan perdiéndolo todo, o los jóvenes que tienen éxito como cantantes, futbolistas, etcétera, terminan derrochando su riqueza en drogas y fiestas.
Esta actitud es reforzada por la prensa, el sistema educativo y la sociedad en general, que nos piden constantemente que gastemos dinero comprando cosas. Nos inculcan que los pobres sufren por culpa de los ricos que no pagan sus impuestos. El mensaje de la sociedad es que ni siquiera debemos intentar hacernos ricos sino gastar y pagar los impuestos. Este mensaje no es coincidencia. Sin clientes pobres e ignorantes el sistema de consumismo se derrumbaría.
Los ricos, especialmente los que lo han sido por generaciones, aman el dinero en el verdadero sentido de la palabra. Estudian sus leyes, se rodean de personas que los ayudan a hacer más dinero y se sienten muy a gusto entre aquellos objetos que lo representan. Incluso si tienen la desgracia de perderlo todo, rápidamente lo recuperan porque el dinero es su zona de confort. No están obsesionados con cosas materiales ni con gastar, sino que con el proceso de amasar riqueza y preservarla.
Si usted se está preguntando cómo sentirse cómodo con el dinero, simplemente aprenda a amarlo. A continuación, le enseñó algunas técnicas.
El primer paso es borrar o quitar sus preconceptos. Si su actitud es que el dinero es un “vil metal” no podrá cambiar su estado ni tampoco sus finanzas. Para modificar esto empiece pensando en los beneficios y la libertad que el dinero puede traerle a usted y a sus seres queridos. Puede hacerlo simplemente meditando cada mañana acerca del dinero y pensando en cuán abundante es el universo y que el dinero está en todas partes y usted merece tenerlo.
Pero este solo es el primer paso. Cree una presentación mental sobre el dinero y visualícese a usted mismo rodeado de gente rica y cosas caras, en vez de pensar que no puede pagarlas, crea que se las merece. Si le gusta Gucci y siempre ha querido vestir esta marca, empiece entrando a una tienda como si quisiera comprar algo. Pruébese las prendas, siéntase cómodo, como si no tuviera problema en comprarlas. Se sorprenderá al ver cómo esta técnica expandirá su zona de confort.
Solo la comodidad no es suficiente, ya que hacer dinero es una habilidad a adquirir. Tiene que aprender constantemente suscribiéndose a revistas, viendo vídeos y leyendo libros, y también invirtiendo. Todos los días debe buscar oportunidades para hacer dinero como visitar agentes de bienes raíces a fin de buscar oportunidades en este mercado, etcétera. El internet tiene todo lo que usted necesita incluyendo varios cursos. Empiece a aprender hoy, no lo posponga.
Es increíble cuánta gente ve películas sobre artes marciales y sueñan con ser cinturones negros, pero ni siquiera se interesan en tomar una clase. El dinero, como las artes marciales, es una habilidad a adquirir que requiere compromiso y práctica diaria.
Lo más difícil será cambiar su círculo social y ambiente. Como dije antes, los pobres tienen malas actitudes y hábitos que reafirman entre ellos y enseñan a sus hijos. En reuniones sociales hablan de cuán difícil es la vida, cuán caro es todo y de que no llegan a fin de mes. Les gustan los deportes de distracción como el fútbol y actividades que derrochan dinero como las apuestas. Los ricos, por el contrario, hablan sobre las acciones que comprarán y, si la economía está mal, comentan las oportunidades disponibles.
Es increíble cuántos de mis clientes hacen negocios y toman decisiones de inversión en reuniones y salidas sociales. Usted podría pensar que a esta altura es imposible cambiar el círculo social, pero en la era de internet esto es más fácil que nunca. Hay cientos de formas de conocer personas ricas o interesadas en la riqueza.
Esto incluye seminarios, fórums online, clubs, e incluso alquilar un apartamento en determinados barrios, unirse al club local de golf o polo, o enviar a los niños a la escuela correcta. De hecho, como muchos gurús han repetidos por más de 100 años: eres la suma de tus 5 amigos más cercanos.
Estos influencian su pensamiento, sus acciones, creencias y valores. Hay muchos estudios que demuestran que personas cuerdas, encerradas en un manicomio por un periodo lo suficientemente largo, se vuelven clínicamente locos. Los primeros psicólogos franceses han demostrado que los recién nacidos criados por una madre demente presentan las mismas patologías clínicas y delirios que la madre. Incluso han acuñado un término clínico llamado “folie a deux”, o “locura compartida”.
No quiero entrar en el agujero negro de la locura y la cordura. Sin embargo, de la misma manera en que tendría que cuidarse de juntarse con personas que tienen un virus mortal, como la peste bubónica, tendría que protegerse a usted y a su familia de los dementes financieros. En otras palabras, de la gente que cree que la pobreza es un tipo de bendición y de que el dinero es vil. Quite a estas personas de su vida como si fueran una herida infectada inmediatamente y verá que su actitud y sus finanzas cambian para mejor.
He guardado la mejor técnica para el final. De los cientos, en realidad miles, de libros, artículos y seminarios sobre la riqueza que he leído y a los que he asistido, he sintetizado una serie de técnicas muy sencillas. Le aseguro que, si las usa, su vida financiera cambiará increíblemente. De hecho, estoy tan seguro, que si intenta y no funciona le brindaré coaching personalizado gratuito por un año hasta que funcione. Ya se ha hablado sobre esta técnica (no hay nada por inventar) pero creo que he logrado sintetizarla de forma original. Preste especial atención.
Empecemos con la premisa de que el ser humano es un conjunto de hábitos. Esto está básicamente aceptado por los científicos del comportamiento humano y podemos observar que es verdad. A través de los años, es posible inculcar hábitos en un ser humano, y la serie de hábitos que tiene dará forma a su vida. Por ejemplo, el hábito de beber crea un alcohólico, el hábito de apostar genera un jugador, y el hábito de comer deriva en un obeso.
La causa principal de los malos hábitos es la ansiedad. En lo que respecta al dinero, los pobres usualmente tienen ansiedad porque se sienten incómodos con él, intentan evitar el sentimiento que causa la falta de dinero. Por eso presentan comportamientos para evitar la ansiedad que tarde o temprano se transforman en hábitos inculcados. Antes de continuar, quiero explicar que la ansiedad no es ni buena ni mala, de hecho, existe como un sistema biológico de advertencia. Como, por ejemplo, sentir ansiedad cuando se camina solo por una calle oscura y se corre el riesgo de asalto. Es la respuesta a la ansiedad lo que hace la diferencia entre un líder mundial y un vagabundo.
Analicemos los hábitos de un trabajador típico en respuesta al estrés de un empleo mal pagado o un futuro económico incierto.
Los hábitos del trabajador, que pueden ser denominados “malos hábitos para evitar la ansiedad”, son los siguientes:
1. Desconecta su cerebro viendo televisión. Por ejemplo, la clase trabajadora estadounidense pasa hasta 5 horas al día viendo TV.
2. Para sentirse bien, gasta dinero. Compra cosas que no necesita reventando su tarjeta de crédito y luego pasa el año entero pagándola.
3. Para tener alguna oportunidad de hacer dinero termina apostando lo que gana y jugando a la lotería todos los días, aunque la posibilidad de hacerse rico con estas actividades es casi nula.
4. Para sentirse bien con lo poco que gana, come comida chatarra (o toma drogas), terminando obeso y con mala salud.
Obviamente, cada persona tiene su propia serie de hábitos para evitar la ansiedad, pero en términos financieros es muy simple hacer una lista de estas malas costumbres y determinar cómo afectarán su futuro. Es fácil ver que la “práctica” constante de los cuatro hábitos descriptos garantizan que la persona será siempre pobre e incluso cada vez más pobre a medida que pase el tiempo.
Ahora describamos hábitos para reducir la ansiedad que serían lo opuesto a los anteriores, y que eventualmente harán a la persona rica. Supongamos que hablamos del mismo individuo, con el mismo salario y educación, pero criado con costumbres diametralmente opuestas.
Vamos a llamarlo Juan. Como su compañero de trabajo, Juan vuelve de su rutina diaria y se siente ansioso por su futuro financiero. Estos son sus cuatro hábitos:
1. En vez de mirar televisión por cuatro o 5 horas, Juan ha tomado un curso online sobre inversiones, invierte tiempo en educación y adquiere un título en finanzas. Esto le da mejores ideas sobre dónde colocar su dinero y le otorga más habilidades. Por ejemplo, puede proveer asesoría financiera online lo que le permitirá tener una mejor carrera e incrementar sus ingresos. Este comportamiento, al igual que mirar televisión, alivia la ansiedad. Pero en este caso es una costumbre positiva y eventualmente reduce o elimina el problema que causó la ansiedad en primer lugar: la falta de dinero.
2. Juan también pide préstamos, pero en vez de gastarlos en productos pone un negocio online para vender cosas. Con el dinero que su compañero gasta en compras, Juan comienza un negocio web, por ejemplo, vende partes de autos de colección. Esto le permite dedicarse a su hobby mientras gana dinero. Como Juan sabe mucho sobre el tema, el sitio web será un éxito y cada vez más personas le comprarán. Dado que este negocio genera ganancias del 100%, Juan tendrá un buen colchón financiero.
3. Juan no apuesta, sino que abre una cuenta de corretaje para invertir sus ahorros en la bolsa. La sensación que obtiene al analizar las acciones es la misma que si apostara, pero sabe que cuánto más aprenda y opere, más oportunidades tendrá de preservar y aumentar su capital. En vez de un adicto al juego, Juan se ha convertido en un corredor de bolsa, que es la forma de apostar de los ricos.
4. Juan sabe que la comida chatarra es para los pobres. Quiere mantenerse a él y a su familia con buena salud porque sabe que éste es un factor clave para el éxito financiero. En vez de llevar a su familia a sitios de comida rápida, los lleva con él al gimnasio. El ejercicio físico también reduce la ansiedad y crea sensaciones placenteras y adictivas. El resultado es que Juan está más feliz, más sano y alerta para encontrar y desarrollar oportunidades de negocio. Es un hecho comprobado que a las personas enfermas les cuesta más mantener actividades o relaciones empresariales.
Lo más sorprendente es que el cerebro busca desesperadamente una serie de acciones para evitar la ansiedad, que luego se transforman en hábito. El cerebro hace esto inconscientemente y aprende estas costumbres de sus pares, grupos sociales, escuelas o padres. Lo más increíble es que la parte inconsciente no reconoce la diferencia entre un hábito dañino y un hábito provechoso.
Lo más difícil es aprender un hábito nuevo, no importa si es malo o bueno. Por ejemplo, es tan difícil para una persona en buen estado, acostumbrada a entrenar dos horas al día, sentarse en el sofá a mirar televisión (mientras come comida chatarra), como transformar a un sedentario en un atleta. En ambos casos se requieren hábitos inculcados.
La buena noticia es que solo lleva 90 días crear una nueva costumbre o reemplazar un mal hábito por uno bueno. Si durante 90 días el sedentario se levanta del sofá y va al gimnasio religiosamente en vez de mirar televisión, luego de este periodo sentirá tanto placer gracias al entrenamiento que no podrá volver al sofá. La clave es la constancia y la práctica diaria. Nunca hay que intentar cambiar uno o dos hábitos al mismo tiempo.
Por lo tanto, usted solo necesita hacer una lista de hábitos que son malos para su salud financiera y reemplazarlos por nuevas costumbres que practicará religiosamente por 90 días. En el transcurso de años, podrá reemplazar la mayoría de sus malos hábitos y entonces será imparable.
El mensaje que quiero dejarle es la certeza de que la pobreza, como la riqueza, es simplemente un hábito o serie de hábitos inculcados por la sociedad. El 99% de la población está formada por dos clases de personas: ricos y pobres, y estos tienen actitudes completamente diferentes en cuanto al dinero.
A los pobres se les enseñaron deliberadamente determinados hábitos reforzados por todo su ambiente y círculo social. El otro 1% son gente rica a quienes se les enseñan desde la cuna otros parámetros, diseñados para aumentar su riqueza. La riqueza y la pobreza son estados de la mente. Nada más y nada menos.
Resumen: Los 10 Hábitos de los Ricos
1. Adopte nuevas actitudes con respecto al dinero, cambiando sus antiguas creencias. El dinero es poder, el dinero es bueno, el dinero es libertad, el dinero es abundancia.
2. Contáctese regularmente con productos caros, tiendas de ropa y otros sitios para que aprenda a sentirse cómodo entre la riqueza (pero no compre). Por ejemplo, dé un paseo en una tienda Gucci.
3. Haga visualizaciones y siéntase una persona rica. Una buena forma de hacer esto es imaginar que visita a un agente inmobiliario como si fuera una persona acaudalada y consulta sobre adquirir una propiedad. En esta visualización, usted tiene que creer completamente que tiene los recursos para comprar la propiedad.
4. Empiece a buscar amigos ricos, frecuente clubes y lugares a dónde van los ricos.
5. Aprenda a detectar o busque oportunidades financieras en todas partes. Crea que el universo es abundante y hay muchas oportunidades disponibles para que usted gane dinero.
6. Estudie lo más que pueda.
7. Ahorre al menos el 10% de todo lo que gana.
8. Invierta lo que ahorra.
9. No compre objetos personales o de lujo usando crédito (consiga una tarjeta de débito y guarde la de crédito bajo llave).
10. Detecte sus malos hábitos financieros y reemplácelos por ortos más saludables.
Acerca del Autor
Eugene Freeman es el seudónimo de uno de los mejores abogados en fideicomisos y protección de activos. Se especializa en establecer Family Office para las familias más ricas del mundo.
Ha ejercido en múltiples jurisdicciones y es experto en la construcción y la gestión de estructuras de Family Office.
El señor Freeman ha disertado en numerosos seminarios internacionales y ha sido invitado a aparecer en sitios como International Wealth, Escape Artist, International Living y Worldoffshore Banks. También ha asesorado a figuras como Jeff Berwick y muchos cripto millonarios.
Su nuevo libro, “Evitando la muerte y los impuestos”, describe el próximo colapso global y las estrategias utilizadas por las familias más ricas del mundo para reducir los riesgos financieros y aumentar sus activos.
Este libro destruye los falsos conceptos modernos inculcados en nosotros por el sistema y nos enseña a utilizar estrategias para generar y preservar riqueza intergeneracionalmente.
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