Si hay algo en lo que los inversores internacionales pueden estar de acuerdo sobre cómo calcular las posibilidades de éxito es lo siguiente: tener la capacidad de encontrar oportunidades de inversión desatendidas por la mayoría es mucho más importante que elementos como el capital y los beneficios fiscales. 

Las posibilidades de que una determinada inversión dé dividendos están estrechamente relacionadas con su capacidad inherente de proporcionar beneficios, independientemente de la naturaleza del negocio, un hecho que adquiere mayor relevancia si dicha oportunidad es ignorada por todos los demás.

Los principios mencionados pueden (y deben) aplicarse al caso de Angola, una nación africana próspera con un enorme potencial que está quedando fuera de la mayoría de las carteras de consultoría tradicionales. Según el Informe Mundial de Inversiones de 2020, las inversiones extranjeras directas de esta nación mejoraron durante tres años consecutivos, y sólo experimentaron un ligero descenso durante la catástrofe de la pandemia del COVID-19.

Al tratar de entender las razones de este nuevo interés por Angola, la pregunta que surge es por qué los inversores no vinieron antes. Un país que cuenta con el tercer mayor mercado subsahariano, además de ser una nación absolutamente rica en una gran variedad de recursos naturales que van desde los hidrocarburos, los minerales y los bienes agrícolas, siempre será atractivo para quienes estén dispuestos a crear y ampliar su riqueza. 

Hasta 2018, y según el Banco Mundial, hasta el 93% de las tierras explotables del país carecen de mecanismos de inversión adecuados. Por suerte, el gobierno nacional detectó rápidamente el problema: su antigua estructura legislativa. 

Por eso, en 2018 se desplegó una flamante ley de inversiones privadas que busca nuevas formas de atraer la Inversión Extranjera Directa, reduciendo el capital mínimo requerido, bajando los requisitos para la repatriación de capitales y eliminando gran parte de la burocracia poco atractiva de la anterior legislación (en la que, por ejemplo, los inversores locales debían tener una participación del 35% en todas las nuevas sociedades).

Además, a finales de 2019 se aprobaron una ley de competencia y una ley de privatización, que buscan promover aún más la entrada de capital extranjero en el país. Con la creación de la Agencia Nacional de Promoción de la Inversión y la Exportación, el objetivo de conseguir estimular la productividad interna al tiempo que se diversifica la economía y se amplía la participación del sector privado en el país parece estar bien encaminado. 

Si tenemos en cuenta que existe un enorme potencial en prácticamente todos los sectores empresariales no petroleros, y sumado al hecho de contar con una de las mayores y más jóvenes fuerzas laborales de África, los elementos necesarios para tener éxito parecen estar en su sitio. Vamos a adentrarnos en las particularidades de la inversión en Angola, cómo gestionar sus fondos y qué consideraciones son aplicables para cualquier Inversión Directa Extranjera.

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Invertir en Angola: que debe tener en cuenta

La Ley de Inversiones Privadas es el instrumento legal que regula cualquier inversión extranjera directa que entre en Angola, y demuestra la intención del gobierno local de facilitar la entrada de todo tipo de capital externo en el país. Aunque no cubra explícitamente los derechos económicos en sectores específicos de la economía, como el petróleo y los diamantes, presenta a los extranjeros un amplio abanico de opciones financieras en todos los demás mercados empresariales.

La coordinación de todos los procedimientos de los fondos de inversión está a cargo de la Agencia Nacional de Inversiones Privadas, organización que ha expresado ampliamente su deseo de promover, fomentar y facilitar las inversiones en Angola durante la última década. Sus representantes se encargarán de aprobar cualquier inversión potencial, así como de mediar en cualquier negociación entre éstas y el gobierno angoleño. 

Como ya se ha dicho, la cantidad mínima de capital necesaria para invertir en Angola se redujo en 2018, y ahora, cuando una entidad financiera no residente o internacional esté dispuesta a importar al menos 500.000 dólares, podrá crear una nueva sociedad en el país. En otros casos, y dependiendo del sector empresarial deseado, la cantidad mínima de capital debe alcanzar el millón de dólares, tras lo cual la Agencia Nacional de Inversiones Privadas se encargará de orientar al grupo de inversores en las mejores metodologías para introducir dicho capital en Angola. 

En la legislación angoleña existen dos tipos de inversiones privadas: nacionales o extranjeras.

Inversiones privadas nacionales

  • Los individuos son responsables de la asignación de sus propios fondos.
  • Incluye la creación de empresas totalmente nuevas, la ampliación de las ya existentes o la adquisición de la totalidad o parte de las acciones de empresas. 

  • La asignación de capital debe hacerse en los bancos angoleños, incluso cuando parte del capital es resultado de préstamos internacionales.

Inversiones privadas extranjeras

  • Los individuos son responsables de la transferencia de fondos de otros países a Angola.
  • Incluye la constitución de nuevas empresas o la adquisición parcial o total de las ya existentes.
  • El capital debe asignarse dentro de los bancos angoleños independientemente de su origen

  • Las personas son responsables de la implementación local de la maquinaria y los accesorios necesarios, así como de la incorporación de nuevas tecnologías y sus correspondientes procedimientos pedagógicos para los trabajadores.

Es importante destacar que cualquier inversión que alcance los 10 millones de dólares debe ser aprobada por el Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Inversión Privada, tomando en cuenta la postura del actual Ministro de Finanzas. Esta especificación se da porque elementos como los incentivos fiscales y otros beneficios administrativos deben ser discutidos por las máximas autoridades del país en la materia. 

Para aquellas inversiones que superen la cifra de 50 millones de dólares, el Presidente del país podría componer un grupo ad-hoc (a menudo llamado Comité de Negociación de Facilidades e Incentivos) para la correcta negociación de todos los detalles administrativos que conlleva una cantidad de capital tan grande. 

Una vez que el plan de inversión es aprobado por las autoridades, se procede a la emisión de un certificado de registro. Este registro incluye:

  • Documento de identidad actual del inversor
  • Metodología financiera utilizada 
  • Cantidad exacta de capital que se utiliza
  • Fecha límite para la constitución del proyecto

  • Ubicación específica 

Fondos de inversión mixtos

La actual ley angoleña prevé la constitución de asociaciones público-privadas. Con el objetivo de descentralizar por completo la gestión de algunos sectores económicos, el gobierno local cree que este instrumento puede atraer a inversores extranjeros con un capital reducido que aún quieren competir en el mercado angoleño. 

La citada legislación establece que los interlocutores públicos que pueden incluirse en estos instrumentos son el Estado de Angola, las instituciones gubernamentales locales, los fondos y servicios autónomos (nacionales o locales) y cualquier entidad pública regulada y registrada en Angola. 

Según investigaciones recientes, los sectores empresariales que se han vuelto más atractivos bajo este tipo de figura financiera son las concesiones de autopistas, el sector energético, los proyectos de infraestructura y las inversiones agrícolas.

Fondos inmobiliarios

Tras la promulgación del Decreto Presidencial del 27 de julio, se resolvieron y aclararon muchas de las contradicciones legislativas del mercado inmobiliario angoleño y sus condiciones de inversión. Esta actualización permite que las propiedades adquiridas por el Estado se vendieran a entidades privadas para su desarrollo, garantizando al mismo tiempo los derechos de propiedad que antes estaban en peligro. 

Por otra parte, está a punto de desplegarse en Angola un nuevo instrumento legislativo sobre los fondos de inversión inmobiliaria, que pretende ser aún más amigable para todos los inversores que deseen crear fondos de inversión inmobiliaria. Todos los fondos creados por inversores internacionales suelen ser gestionados por compañías gestores fondos dentro de Angola, aunque el asesoramiento de estos fondos por parte de agencias ubicadas en el extranjero es posible.

En Mundo sabemos de primera mano que Angola representa una enorme oportunidad de inversión para los inversores extranjeros de todo el mundo. ¿Por qué? Gracias a nuestros socios, una de las mayores agencias de consultoría financiera que trabaja actualmente en África y que ofrece a los poseedores de capital fantásticas oportunidades. 

Nuestro equipo de profesionales cuenta con la mayor cartera de inversiones de la región, centrándose en presentar a los clientes de todo el mundo impresionantes opciones de negocio, independientemente del sector empresarial al que pertenezcan. Entre dichas opciones, podemos destacar:

  • Consultoría de asociaciones
  • Servicios de transacción y fondos
  • Proyectos de infraestructuras
  • Comercio de productos básicos
  • Negocios relacionados con la energía

  • Grupos de presión y conferencias

MUNDO, junto con nuestros socios, es crear un entorno de inversión mejorado para que los clientes planifiquen sus operaciones estratégicas en países que a menudo se descartan por desconocimiento o prejuicios. Por suerte para usted, toda la información sobre esta próspera nación está al alcance de la mano, y usted está listo para comenzar un nuevo capítulo de éxito financiero si confía en nuestros servicios.

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