En esta sección de nuestro Country Focus usted podrá leer una experiencia de primera mano que le terminará de hacer ver las ventajas de tomar la decisión de ir a vivir en Nueva Zelanda como extranjero para protegerse (y proteger sus bienes) de las crecientes políticas anti empresas y anti libertad que aparecen con mayor frecuencia cada vez en la mayoría de los países del mundo.

Uno de nuestros más viejos amigos tomó hace unos años la decisión de mudarse a Nueva Zelanda y estuvo de acuerdo en compartir su historia con nosotros siempre que protejamos su identidad. Para mantener su anonimato, intercambiamos los nombres de nuestro amigo y su esposa en esta sección sobre vivir como extranjero en Nueva Zelanda.

Robert y Miranda son una pareja argentina que ha trabajado duro para conseguir un estatus económico de prosperidad para ellos y sus familias. Nuestro amigo, Robert, es un inversor y emprendedor que ha conocido más crisis económicas de las que cualquiera debería. Y Miranda es una emprendedora digital que maneja varios negocios de seis cifras de forma online.

La vida de nuestro amigo y su esposa era relativamente tranquila, aunque nunca se sintieron a gusto con las políticas fiscales de Argentina, cuya presión fiscal no hace nada más que subir desde hace varios años. Pero incluso con la altísima presión fiscal, Robert aún podía permitirse un estilo de vida de buen nivel, aunque las cosas cambiaron hace poco más de año y medio.

A inicios de 2020, la pandemia mundial de coronavirus paralizó la mayoría de las economías del mundo, incluyendo la de Argentina. Y con la crisis sanitaria, llegó también un recrudecimiento de la crisis económica. En estos casos el gobierno solamente sabe hacer una cosa: pisotear libertades.

Pensando en el futuro de sus hijos y en proteger el patrimonio que habían logrado obtener con tanto esfuerzo y dejándose la vida en cada uno de sus emprendimientos, Robert y Miranda llegaron a la conclusión de que la mejor forma de permanecer libres era encontrar un lugar más seguro y próspero en el que vivir.

Comenzó la búsqueda de un nuevo destino en el que vivir y llevar a cabo sus diferentes negocios.

Robert y Miranda empezaron a comparar diferentes opciones: irse a Estados Unidos o probar suerte en algún país de Europa eran sus primeras opciones, pero bastó con hacer un rato de investigación en internet para entender que los gobiernos de casi todo el mundo están virando sus políticas hacia un lugar especialmente peligroso para quienes quieren vivir siendo libres y disponiendo como quieran de su patrimonio.

Fue ahí cuando expandieron su horizonte y se toparon con Nueva Zelanda, una de las mejores jurisdicciones en todo el mundo para ir a vivir y hacer negocios.

Si quiere saber con mucho más detalle acerca de las opciones que tiene Nueva Zelanda para los inversores extranjeros, no dude en revisar las demás secciones de nuestro Country Focus

Yendo a vivir a Nueva Zelanda

Si al igual que Robert y Miranda eres una persona que pone su seguridad y su libertad por encima de las demás cosas, entonces Nueva Zelanda es el lugar ideal para ti.

Nuestros amigos nos contaron que una de las primeras razones por las que se convencieron de que irse a vivir en Nueva Zelanda era la mejor alternativa para ellos consiste en que el país es uno de los más libres del mundo y además, en comparación con su país de origen, en Nueva Zelanda el crimen era prácticamente inexistente.

Antes de tomar la decisión, Robert necesitaba resolver algunas preguntas y conocer mejor la realidad de Nueva Zelanda. Como no podía viajar (su país había suspendido toda actividad relacionada con aerolíneas y vuelos) se puso en contacto con nuestro equipo para conectar con algunos de los mejores expertos legales de Nueva Zelanda en temas migratorios y comerciales.

Y mientras Robert hacía las preguntas a nuestro equipo de expertos, su esposa Miranda se enamoraba cada vez más con la idea de ir a vivir a una de las jurisdicciones más exuberantes en paisajes naturales de todo el mundo.

Después de un par de correos electrónicos y videollamadas, Robert ya lo tenía claro. Las tres razones por las que él y su esposa tomaron a sus hijos y se fueron a vivir en Nueva Zelanda fueron las siguientes:

-Programas de residencia: Nueva Zelanda si bien no cuenta con un programa de ciudadanía por inversión como pueden tener algunas otras jurisdicciones, sí ofrece caminos a la ciudadanía que pasan por la obtención de visados de inversionista. Además de contar con visados a los que podía aplicar, Robert se entusiasmó con la idea de poder tener su residencia en muy poco tiempo y realizando los trámites de forma online gracias a la robusta plataforma digital del gobierno neozelandés.

-Libertad económica: cuando Robert y Miranda se enteraron de que Nueva Zelanda lleva más de 15 años consecutivos entre el top 3 de los países con mayor índice de facilidad para iniciar negocios sus ojos brillaron por un momento. Nuestros amigos se las arreglaban para hacer una cantidad considerable de dinero con sus negocios en Argentina, uno de los países con la mayor presión fiscal del mundo. Imagínense las posibilidades que les ofrece un país en el que iniciar y operar negocios es prácticamente un proceso sin fricción con el Estado.

-Calidad de vida: la razón que los terminó de convencer de irse a vivir en Nueva Zelanda es la calidad de vida que se disfruta en esta jurisdicción. Nueva Zelanda tiene infraestructura de primera, un índice de pobreza muy pero muy bajo y una diversidad natural que hace que cualquiera se sienta viviendo en el Jardín del Edén.

Empezó la Aventura

Una vez que tomaron la decisión, no pasó mucho tiempo antes de que se pusieran manos a la obra. 

A mediados de 2020, Robert y Miranda ya habían entrado en contacto con nuestros expertos y poco después fueron aprobados en su solicitud de una visa de inversor con la que pudieron irse a vivir en Nueva Zelanda con sus hijos.

Ahora Robert, que ya lleva poco más de un año viviendo en Nueva Zelanda, solo tiene que esperar un poco más para obtener una residencia permanente que lo lleve a él y a su familia hacia la ciudadanía de Nueva Zelanda.

Haber salido de uno de los países con la mayor presión fiscal del mundo y entrar en uno de los lugares con mayor libertad económica fue su único shock cultural, y fue uno bueno. En todo momento se han sentido en casa en Nueva Zelanda y ninguno se arrepiente de haber tomado la decisión correcta por sobre las opciones más baratas.

Con la aparición de nuevas variantes del coronavirus, las restricciones se están agravando a un ritmo preocupante, pero eso ya a Robert y a Miranda no les afecta de la misma manera, pues el gobierno de Nueva Zelanda ha sabido manejar esta crisis sin comprometer la libertad de sus ciudadanos.

Nueva Zelanda es uno de los destinos más populares entre los inversores internacionales que quieren proteger sus activos y hacer negocios en un país estable y con un profundo respeto por la actividad económica privada. Si quiere saber cómo empezar su proceso para vivir como un extranjero en Nueva Zelanda, ¡contáctenos!

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