Uno de los recursos más valiosos para los inversores internacionales y las personas con grandes patrimonios es la información. O más específicamente, la información veraz y actualizada. Es por eso que contar con un vistazo de la realidad neozelandesa es de vital importancia a la hora de decidir si vale la pena o no invertir en Nueva Zelanda en este momento.

Para mantenerse informado, no hay nada mejor que obtener información directamente de la fuente original, que en este caso son las Agencias Gubernamentales de Nueva Zelanda. 

Si quiere revisar personalmente las últimas actualizaciones, acá le mostramos cuáles son las Agencias Gubernamentales de Nueva Zelanda más relevantes para un inversor extranjero:

-Autoridad de los Mercados Financieros: Para los inversores extranjeros interesados en obtener algún tipo de licencia para llevar a cabo servicios financieros en Nueva Zelanda, la Autoridad de Mercados Financieros será la institución más importante para seguir y estar al tanto de las nuevas regulaciones que se aprueben. 

-Ministerio de Empresa, Innovación y Empleo: Esta es una de las Agencias Gubernamentales más importantes de toda Nueva Zelanda. Este ministerio juega un rol vital en la dinámica económica del país y es responsable por diseñar el marco regulatorio para el crecimiento de la economía y los mercados internos. La razón principal por la que este ministerio es tan buena fuente de información es porque contiene dentro de sí a otras agencias como la de inmigración, propiedad intelectual, y oficina de registro de empresas.

-Comercio y Empresa de Nueva Zelanda: Esta es la oficina gubernamental destinada a promover la actividad económica y el crecimiento de los negocios neozelandeses en mercados internacionales. Y también es la institución que facilita la inversión extranjera dentro de Nueva Zelanda.

-Comisión de Comercio: La Comisión de Comercio es la agencia que en términos prácticos, regula las reglas del juego para los empresarios en Nueva Zelanda. El objetivo de esta institución es proteger las reglas de competencia que han convertido a la economía neozelandesa en una de las más libres del mundo.