Justo al noreste de Túnez y al sur de Italia se levanta una tierra que fue una joya muy deseada por casi todos los imperios y civilizaciones importantes del Mediterráneo y más allá: desde los griegos hasta los normandos, desde los romanos hasta los bizantinos, desde los fenicios hasta la Francia de Napoleón.
Estamos hablando de Malta, un archipiélago mediterráneo con una de las historias más ricas de su región. Su ubicación privilegiada, sus playas celestiales y su mezcla cultural la convierten en uno de los principales destinos turísticos del Mediterráneo.
Recorrer Vittoriosa, Senglea y Cospicua, conocidas como las "tres ciudades", que han estado habitadas desde la época de los fenicios y que vieron nacer a la Orden de los Caballeros de Malta; una visita al cautivador Hipogeo, con todas sus maravillas arqueológicas, o sumergirse en las playas de la Bahía Dorada, son sólo algunas de las tantas atracciones de turistas y extranjeros conocedores de la cultura de la isla.