¿Definir Rusia en pocas palabras?
Imagínese el territorio de un estado en el que una de las residencias presidenciales se encuentra en la capital más al norte del mundo, San Petersburgo, donde se puede ver la aurora boreal en la noche polar, y su otra residencia se encuentra en Sochi, una zona de clima subtropical. ¿Sorprendido? La extensión de la Federación Rusa de norte a sur es insignificante si la comparamos con su extensión de este a oeste. Para llegar desde Kaliningrado, el enclave ruso en Europa, hasta la principal ciudad rusa en el océano Pacífico, Vladivostok, se tarda medio día en avión. En este vasto territorio hallamos magníficas riquezas naturales: bosques de taiga de ricas maderas, fértiles tierras negras, zonas de pesca marinas y fluviales, petróleo, gas, diamantes, así como minerales preciosos.
Sin embargo, este vasto territorio le genera al país serios problemas. Los 140 millones de habitantes que posee son claramente insuficientes para dominar toda la riqueza que alberga. Incluso en las dos ciudades más importantes de Rusia, la densidad de población es la más baja entre todas las capitales europeas. Por esta razón, Rusia siempre ha sido hospitalaria con los extranjeros que realizan esfuerzos en aras del desarrollo del país, existiendo a lo largo de la historia rusa numerosas e interesantes anécdotas que atestiguan este hecho.
Ya en el siglo XVI, existía una comunidad influyente de expatriados e inversores extranjeros que vivían permanentemente en Moscú. Durante el tiempo de las reformas del emperador Pedro I, los miembros de esta comunidad se convirtieron en su pilar central. En San Petersburgo, la capital del Imperio Ruso, fundada por el mencionado monarca, los extranjeros llegaron a constituir el 25–30% del total de la población en diversos momentos históricos. Los inversores extranjeros fueron bien recibidos e incentivados a contribuir con la economía rusa no solo con su capital, sino también con sus habilidades; entre ellos, personas de la envergadura de los hermanos Nobel (los empresarios suecos fundadores del prestigioso premio internacional) y grandes inversores en la industria rusa. Entre los datos curiosos sobre la presencia de extranjeros en el país, podemos incluir el hecho de que los antepasados de la actual presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, obtuvieron la dignidad nobiliaria y el título de barones de manos del emperador ruso por su contribución a la economía local.