Enclavado en la región del Cáucaso, este país sin salida al mar de tres millones de habitantes tiene una rica historia que se remonta a casi 3.000 años. A pesar de haber sido ocupada por diferentes grupos, como los sasánidas, los mongoles y los turcos selyúcidas, Armenia ha conservado en gran medida su identidad homogénea y su herencia cristiana. En el siglo XX, Armenia formó parte de la Unión Soviética hasta su desaparición en 1991.
Sin embargo, durante ese tiempo ocupó un importante nicho como centro tecnológico, una tradición que continúa hasta hoy gracias a su política educativa basada en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. No debe sorprender que muchas empresas europeas y rusas tengan presencia física en el país, aprovechando su talentosa mano de obra.
Tanto si busca oportunidades de inversión como un lugar para vivir, he aquí por qué Armenia debería estar en su lista de países a tener en cuenta.